Convirtiendo la ribera portuaria como espacio público deportivo, cultural, turístico y recreativo, se puede recorrer corriendo, caminando, en bici, con skate o patines, el recorrido desde la avenida 2 y calle 63, pasando por el acceso a la Escollera, atravesando la totalidad de la Galería de Arte a Mar Abierto, protagonizada por el Mural Reflejos y los CORELOCS, visualizando las maniobras de ingreso y salida de los buques, acompañados por las colonias de lobos marinos, y toda la belleza natural del encuentro del río con el mar, hasta el extremo vial de la escollera.

En el primer tramo sobre la avenida costanera, las postas de elongación y gimnasios al aire libre, con mobiliario urbano, se unen por tramos equidistantes, donde cada uno de los postes del alumbrado público se vistió con coloridos carteles y macetas con petuñas.